El encuentro

                                                                           El encuentro

Por Roselyn Kristen

       ¿Te has planteado la importancia de encontrarte contigo mismo?, ¿cómo vives la soledad?, ¿qué harías si vivieses un aislamiento social?, ¿dedicas suficiente tiempo a tu cuidado físico y mental?.

      Tal vez te efectuaste estas preguntas durante la pandemia Covid 2020, la cual, nos planteó el reto de reinventar nuestros hábitos en aislamiento social. Este reto presupuso nuestro confinamiento dentro de nuestro espacio de residencia, y la ausencia de contacto físico con otros seres humanos. A eso se sumó la incertidumbre sobre el fin de la pandemia y el temor al contagio de nuestros seres queridos o de nosotros mismos en un mundo sin vacunas contra el Covid en el año 2020. Este escenario nos recordó la vulnerabilidad de la humanidad a pesar de su evolución científica y tecnológica en un siglo donde existen incluso robots con alto grado de inteligencia.

     La lectura de diversos libros, el estudio de cursos online, el trabajo telemático, la pintura, la realización de ejercicios (aérobicos, yoga, etc.) y los oficios domésticos formaron parte de mis hábitos durante la cuarentena del Covid 2020. La posibilidad de movilizar mi cuerpo en esas actividades me hizo tolerable el confinamiento en casa.  Esta experiencia implicó hasta hace un mes y medio el mayor reto de inteligencia emocional que había confrontado en confinamiento.

      Los últimos meses del año 2021 me presentaron un nuevo reto de resiliencia en aislamiento social: un largo reposo médico debido a una cirugía. En esta ocasión, se sumó una nueva condición a mi confinamiento en casa: la indicación médica de caminar solo para ir al baño o comer en la mesa del comedor. La inmovilidad de mis piernas fue necesaria para una pronta cicatrización de mi herida y mi retorno a la normalidad de mi cotidianidad. Esta condición me planteó un extraordinario reto de paciencia tomando en cuenta mi temperamento hiperactivo. Mi habitación me pareció en algunos momentos una auténtica prisión donde el tiempo parecía congelado. En esta circunstancia, valoré las posibilidades de movilidad que me ofrecen las funciones motrices de mi cuerpo fuera del periodo post-operatorio. No había reflexionado sobre cómo podría ser la vida sin la movilidad corporal antes de esta experiencia médica. El ser humano aprende a valorar las funciones de su cuerpo u otros factores cuando no los tiene disponible.

      No obstante, el aprendizaje más importante que me dejó el reposo post-operatorio fue comprender la importancia de cultivar mi encuentro conmigo misma. En los momentos de desesperación y de soledad, noté mi incapacidad para meditar, y de disfrutar de mi mundo interior sin medios de expresión, tales como la pintura. No es irrelevante que sea uno de los temas principales de la literatura universal el encuentro del ser humano consigo mismo. El escritor alemán Herman Hesse en su novela “Demian” plantea la importancia de la introspección como parte de la educación del ser humano para confrontar los retos de la vida. Entiéndase como introspección a la observación y análisis del ser humano de sus propias emociones. “Demian” fue escrita en Europa a fines de la Primera Guerra Mundial y refleja la necesidad del individuo de encontrarse a sí mismo en medio del caos:

                                     «Sinclair, pienso que viviremos lo que tantas veces hemos conversado.

                                 Es inevitable la renovación del mundo; huele a muerte,

                               porque nada nuevo nace si no es de la muerte” (Herman Hesse, “Demian”).

    Esta naturaleza cambiante de la existencia humana nos reta al cultivo del encuentro con nosotros mismos como herramienta para nuestra propia compañía en un mundo de incertidumbres.

7 pensamientos sobre “El encuentro

  1. Amalia Aldaz dice:

    Soy Amalia, una mujer acostumbrada a valerse por si misma, pero llego mis días de encierro , sin ver a nadie de mis familiares cerca , el cov19 me dejó un encierro , aislarme en una casa fuera de mi hogar para no contagiar a mi esposo , a mis hijos , mis familiares y clientes. fué un 7 de Abril del 2020 cuando ya tenía una prueba que decía que tenía ese virus en mi cuerpo , y los médicos mandaron a aislarme , ser muy puntual con las medicinas, fueron días sola, y por teléfono tenía contacto con los médicos particulares , de la MSP, y los médicos del IESS, Todos dándome indicaciones para, que mis síntomas de esa enfermedad no me dejarán sin respirar, fue una lucha de 1 mes y 15 días de recoger en la frentera de mi casa la comida, y sin contacto con nadie, mi esposo solo me miraba desde la puerta para dejarme mis medicinas y lo que me hacia falta. Psicologicamente afectada por el encierro , con mis manos que dolian y templorosa realice algunas creaciones de manualidades para distraer mi mente, escuchaba música relajantes, con esfuerzo me paraba a solo caminar por el jardín y realice un horario para estar guardada, porque llegando las 6 de la tarde tenía que mantenerme dentro de mi cuarto, y en mi días de soledad comencé a escribir en cuaderno todo lo que vivia en mi encierro , con papeles formé un amigo invisible y hasta le dí un nombre Jan . No es fácil vivir un encierro, y aprendí a sobrevivir con mi yo . Mi cuerpo quedo con secuelas, mi sistema nervioso afectado, cabeza, articulaciones , y fue un proceso de aproximadamente 1 año para recuperarme de poco a poco, y en mi búsqueda de recuperarme y ser la misma mujer activa , Decidí en trabajar en mi emprendimiento PIEDRAMARINA. artesanías con conchas y piedra de mar, y esta frase que es verdadera la aprendí haciendo arte. «el arte quita del alma el polvo de la vida cotidiana»

    • Roselyn Kristen dice:

      Amalia, gracias por compartir tu experiencia. Me alegra que ya te encuentres bien. El confinamiento del ser humano es sin duda un reto psicológico tremendo. De forma especial si el ser humano está físicamente vulnerable.

  2. Anita Vera Cobeña dice:

    Realmente, haber vivido y seguir viviendo una pandemia como la que estamos pasando ha sido un reto innegable para la humanidad, nos hemos visto afectados de muchas maneras todos los seres humanos en mayor o menor medida, sin embargo el plantarse un encierro e el que además debes estar quieta sin duda es una realidad bastante difícil de asumir sobre todo cuando estar quieta no es tu mejor habilidad.

  3. Roselyn Kristen dice:

    Sí, lo es. Sin embargo, notaba que existían herramientas para confrontarlo de mejor forma, por ejemplo la meditación. No basta el cultivo del intelecto. Sentía que me faltaba cultivo de la espiritualidad. Una de mis profesoras de yoga decía: «el único ser que estará siempre contigo, eres tú mismo».

  4. Graciela Unda dice:

    El confinamiento, el virus, la soledad no sé cuál de las tres palabras es a la que más miedo tenemos; creo que el virus nos afecta fuertemente por la soledad y por ella muchos murieron, y ahí regresa la importancia de buscarte, de encontrarte y de ser feliz contigo (trabajo que no lo hacemos).
    El covid nos deja una gran lección mi pregunta es si la aprendimos!

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